La generación de electricidad solar o eólica registró uno de sus crecimientos más importantes a nivel mundial durante la crisis del COVID-19, y México no fue la excepción.
El aumento de demanda de energías renovables –principalmente la solar y eólica– se vivió a nivel mundial, de acuerdo con datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés). Y México, con base en datos del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), no fue la excepción, pese a los últimos movimientos regulatorios encaminados a restringir el uso de los métodos renovables, para aumentar el uso de los combustibles fósiles. Durante 2020 la producción de electricidad mediante sol y viento registró su ritmo de crecimiento más rápido en las últimas décadas, en 45%, derivado de las inversiones hechas en el sector antes de la pandemia, principalmente en Estados Unidos y Europa.
En el país, el año pasado la emergencia sanitaria coincidió con una serie de cambios hechos desde el ejecutivo para modificar las reglas del mercado eléctrico y así dar prioridad en el despacho –el orden que se usa la electricidad– a las plantas propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Pero pese a ello, las energías renovables, principalmente la solar, sumaron un crecimiento importante y quitaron mucha participación de mercado a otros combustibles, principalmente al carbón.
En México un estudio reciente realizado por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) señala que el crecimiento constante de las energías renovables se debe a las políticas puestas en marcha durante anteriores gobiernos y a las suspensiones dictadas por el poder judicial que han dejado en pausa todos los cambios regulatorios provenientes desde el ejecutivo, principalmente la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica aprobada en marzo pasado y suspendida durante el mismo mes.
“Dado que la generación eléctrica depende de las decisiones de inversión y del desarrollo de proyectos multianuales iniciados varios años antes de que una planta empiece a operar, los incrementos en la participación de generación limpia en el total de generación eléctrica del país son consecuencia del clima de inversión y del marco jurídico y regulatorio vigente hasta hace al menos tres años”, ha dicho el IMCO en su estudio más reciente sobre el tema.
Esta reforma busca cambiar la forma en que se toma la energía generada en las centrales eléctricas, para poner en un primer plano la electricidad producida por en las plantas de la estatal CFE. Un revés en la decisión de los jueces especializados en competencia, que hasta ahora han frenado la reforma, cambiaría el ritmo de crecimiento de los métodos renovables.
- Con información de Proceso MX